lunes, 3 de enero de 2011

Mejores personas: mejores sociedades

Aunque soy un poco escéptico a tocar temas religiosos aquí en mi blog, hoy quiero hacerlo para sentar postura sobre algo que siempre escucho, pero nunca termina de cerrarme.
Soy cristiano católico. Me encantan los debates religiosos, con otros católicos, con cristianos no católicos, con no cristianos y con ateos. Creo que los debates religiosos, más que buscar convencer al interlocutor de que lo que uno dice es "la verdad", deben buscar el conocimiento, la integración y el respeto mutuos.

"Dios es amor" reza una cita bíblica eternamente reiterada por nosotros, los cristianos.
Muchos de nosotros sostenemos que si amamos a todos seremos buenas personas y buenos cristianos, y que, por consiguiente, mereceremos el cielo. Y lo escucho en los sermones u homilías una y otra vez, católicos y no católicos.
Qué significa finalmente amar?
Si estamos tan de acuerdo con la frase, y asumiendo que el 90% o más de los paraguayos somos cristianos, en cualquiera de sus versiones, por qué es que hay tan poco respeto a las leyes en nuestro Paraguay? Diganme cuánta gente hay entre nosotros que nunca hayan transitado en contramano? Cuántos pueden levantar la mano y decir que nunca han coimeado a un policía? Cuántos no copian en los exámenes? Cuántos no se ausentan en el trabajo y no mienten en los certificados médicos?
De qué amor estamos hablando? Amar acaso significa únicamente estar pegaditos el uno con el otro, besándonos? Por supuesto que no!

Quiero comentarles nada más, queridos amigos y amigas, que la cita bíblica tan famosa no es tan corta como la rezamos. Es la siguiente:
"El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros,
en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que él nos amó a nosotros,
y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 
Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
Nadie ha visto jamás a Dios.
Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros,
y su amor se ha perfeccionado en nosotros."
(1 Juan 4, 8-12)
En este pasaje bíblico, la identificación de Dios con el Amor no es acaso un puntapié inicial para finalmente decir que debemos amarnos los unos a los otros?
Y si convenimos que el amor no es solamente "besuquearnos" sino que exige sacrificio, resignación, respeto a las personas y a las leyes, debemos reconocer que estamos lejos de ser verdaderos cristianos.

Creer en Dios y amarlo, por lo tanto, implica que dejemos de lado nuestro mundito personal y salgamos al encuentro de los demás, salgamos a "pisar tierra" en lo que es la realidad de nuestros compueblanos.

Supongamos que ustedes comparten conmigo lo que acabo de escribir: amamos y salimos a conocer el mundo que nos rodea; cómo permanecer impasibles frente a tanta desigualdad, tanta injusticia, tanta mentira?
Es por eso que existe otra cita bíblica de vital importancia para interpretar el significado de la palabra "Fe":
"Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras.
Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras."
(Santiago 2, 17-18)
Si creemos en Dios y cumplimos su mandamiento de amar, cómo decir "creo" o "amo" si no tomamos algún compromiso por demostrarlo con obras, tal como habla Santiago?
Esa creencia o ese amor no necesariamente necesitan plasmarse en "obras de caridad". Muchos lo hacemos así. Pero hoy en día, necesitamos que cada uno se decida a edificarse a sí mismo.
El Paraguay está lleno de ONGs pero vacío de ciudadanos.
Donar dinero a una entidad de beneficencia no es compromiso, no es obra.
Aquel que, además de destinar parte de sus bienes monetarios, se alista en el plantel de esas organizaciones está realmente comprometido con la causa. "El tiempo es dinero" dicen, y en este sentido coincido con la sentencia.
esa pertenencia a organizaciones exige también coherencia personal en buscar la construcción de un nuevo país en todos los sentidos, integralmente: siendo nosotros, los voluntarios, honestos y responsables en nuestro día a día, que es donde nadie nos controla ni nos saca fotos.

Enfoquémonos en crecer personalmente, como ciudadanos, sin olvidar que de nada sirve nuestra perfección personal, si al lado nuestro están caminando personas con hambre, con frío, sin hogar donde dormir o sin educación para poder avanzar. Nuestro crecimiento como individuos tiene que ser muestra de nuestro compromiso y servir a un fin, a algo más lejano que nuestro propio ego: a nuestra comunidad!

1 comentario:

  1. Gianna Verena Martini Feltes27 de julio de 2011, 22:07

    es impresionante los dones que Dios te dio para expresarte de esta manera, estoy completamente de acuerdo con que lo ideal seria ver las cosas buenas que tiene cada religión y rescatarlas en pos de la comunidad.
    de verdad estamos lejiiiiisimos de ser buenos cristianos, me recuerda a arjona en su musica "Jesús es verbo y no sustantivo" jeje
    y además es muy cierto una vez más, que no SÓLO se necesita dinero, se necesitan manos, pies, sonrisas para llevar a cabo los proyectos y dedicarnos "en serio" a nuestras comunidades...FUERZA SEBA segui adelante!!!

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