miércoles, 23 de junio de 2010

A quién culpar?

Una vez pronunciaron una frase que me ha hecho descostillar de tanto reír. Sin embargo, pasados unos instantes, me dejó pensando. Dice: "el que se ríe ante una desgracia, ya sabe a quien echar la culpa".
Qué analizan ustedes, queridos amigos y amigas, sobre esta jocosa expresión?
Al principio se me hizo la imagen de alguien con un alto sentido del humor burlándose de la ascética de otros, capaces de soportar los embates de la vida sin sobresaltarse.
Creo empero que sería un análisis demasiado superficial de lo dicho en tan simples palabras el quedarnos con ese estudio inicial pocas líneas más arriba expresado.
Somos seres orgullosos. Algunos lo tienen más desarrollado que otros, pero vanidosos al fin.
Acaso alguien -sin gran esfuerzo y práctica del autoanálisis- ha ofrecido voluntariamente en audiencia pública su mejilla, en reconocimiento de los errores cometidos, para ser sentenciado o castigado?
Es la reacción natural de nuestra humana raza: esquivamos el bulto.
Otra expresión que me gusta mucho es: "pasar la pelota tatá" -mucho más folklórica- que expresa de cierto modo nuestro agrado por el traspaso de culpas a terceros.
Me duele mucho decir, en consecuencia, que la culpa de esta situación de inseguridad la tengo yo.
Tal y como lo leyeron. Soy el único responsable de que la situación esté como está.
Años se han pasado. A mí, por la suerte o por gracia de Dios, nunca me ha afectado un solo caso de delincuencia. Y así me he quedado callado, lamentando lo ocurrido a otros (sólo con palabras!) y sin mover un dedo en respuesta.
Otros eran los culpables para mí.
Y saben qué?
Me arrepiento.
Me siento ofendido al ver mi parsimonia en todos estos años, frente a tantos casos de delincuencia y tanta, pero tanta, ineptitud y corrupción de parte de las personas encargadas de velar por nuestra seguridad y de penalizar a los que atentan contra ella.
He sido yo, lectores queridos y queridas, el culpable por toda esta ola de delincuencia e inmoralidad, y la he causado al no reclamar abiertamente, saliendo a las calles, organizando manifestaciones, llamando a las radios, mirando con cínica sonrisa a cuanto policía se me cruzara en el camino (como si no supiera!), haciendo la vista gorda al eterno negociado de nuestro sistema judicial y penal.
Hoy quiero, arrepentido de todos mis pecados, prometerme y prometerles no pecar más.
No guardaré un sólo aliento, sea por vergüenza o por desidia, para mí. Lo ofreceré por esta causa que nos afecta a todos: recuperar la seguridad en nuestro querido Paraguay!
Les invito, queridos amigos y amigas, a que hagan su propio "mea culpa", se arrepientan de haber guardado silencio durante tanto tiempo y ante tanta burla que nos hicieron, y tomen conmigo este camino. No descansemos hasta devolver a nuestro país la paz y la justicia que reza nuestro escudo. Juntos!

SEBASTIÁN MARTÍNEZ INSFRÁN
sebastian@martinezinsfran.com.py (Correo y MSN)
061 512100 / 0983 603122 / 0973 878310 / 0993 280752

martes, 22 de junio de 2010

Y sigue la ola...

Mucha alegría nos causa ver jugar a nuestra selección. Es como si todo un país estuviera dentro de una cancha de fútbol, movilizando una pelota, buscando colocarla en contacto con la red del arco rival. Se siente cada jugada como propia y se grita cada gol cual máxima conquista.
Me sorprende realmente ver cómo algo tan trivial como el deporte -en este caso, el fútbol- puede hacer cambiar un estado de ánimo, consigue movilizar toda una industria, rige mientras dura la fiesta del mundial todas las campañas publicitarias, y es capaz de desmovilizar el trabajo de todos los compatriotas, que paran para mirar los partidos.
Sin embargo, me deja pasmado ver nuestra incapacidad como paraguayos de sentirnos afectados por la "nueva ola" de violencia que azota a nuestro país. Me da mucha lástima que, a pesar de ser víctimas a diario de esa corriente, no logremos movilizarnos como masa popular buscando que las cosas cambien. Cuánta desidia hay en nosotros, paraguayos, que no somos capaces de unificar fuerzas para reclamar algo que es legítimo derecho nuestro: la seguridad.
Hoy quiero invitarles, queridos amigos, a que dejemos descansar a nuestra cama, a nuestra silla o a nuestra hamaca. Levantémonos! Es tiempo de denunciar. Es tiempo de reclamar. Es tiempo de cambiar.
El jueves 24 de junio, luego del partido de la albirroja frente a su similar de Nueva Zelanda, nos manifestaremos todos: niños, jóvenes y adultos, hombres y mujeres, en contra de la Violencia y en favor de la Paz. El punto de encuentro será el ex-Aeropuerto Alejo García, frente a la Gobernación del Alto Paraná.
Te invito a unirte, vistiendo la albirroja, a esta causa que, hoy tal vez no te afecte directamente, pero tarde o temprano a todos nos llegará si no lo denunciamos.
Hoy es tiempo. Mañana será tarde.
Te esperamos!

SEBASTIÁN MARTÍNEZ INSFRÁN
sebastian@martinezinsfran.com.py (Correo y MSN)
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